El embajador estadounidense en Vietnam, Daniel J. Kritenbrink, participa en la liberación de carpas en la pagoda Kim Lien en Hanoi. (Foto: VNA) Hanoi (VNA)- Cada vez que llega el Tet (Año Nuevo Lunar), no solo los vietnamitas sienten ansiosos, sino que los extranjeros que viven y trabajan en este país también están afanosos por disfrutar las tradiciones típicas de la ocasión.
Al comentar sobre el Tet, el embajador estadounidense acreditado en Hanoi, Daniel J. Kritenbrink, afirmó que se trata de un momento especial, cuando todos se encuentran felices.
Todas las personas aflojan el ritmo de las actividades cotidianas, repasan sobre los resultados del año pasado, y dedican tiempo con la familia y los amigos durante el Año Nuevo Lunar, dijo.
El diplomático reveló que 2021 constituye el cuarto año que él y su familia celebran el Tet en Vietnam y agregó que todos los años participan en actividades preparativos para la fiesta.
En el primer año aprendió a envolver el Banh Chung (pastel cuadrado de arroz glutinoso), mientras que en el segundo visitó un huerto de melocotones y practicó el injerto de esa planta, y en 2020, participó en la ceremonia de liberación de carpas en la pagoda Kim Lien, en Hanoi, continuó.
Al referirse a las relaciones bilaterales, Kritenbrink expresó su optimismo sobre el futuro común de los dos países y subrayó que Vietnam y Estados Unidos superaron juntos la trágica historia y se han convertido en buenos amigos y socios.
En ese sentido, manifestó la esperanza que ambas partes sigan fortaleciendo la confianza y el respeto mutuos, a la par de continuar promoviendo el comercio, intercambio pueblo a pueblo y manejo de las consecuencias de la guerra.
Por su parte, el embajador francés en Vietnam, Nicolas Warnery, valoró de impresionante el Tet en el país indochino.
Al ser asignado anteriormente como cónsul general de París en Ciudad Ho Chi Minh en 2004, el diplomático ha experimentado las celebraciones del Nuevo Año Lunar de Vietnam hace 15 años.
Para él, las costumbres del Tet reflejan los valores culturales típicos del pueblo vietnamita, y también poseen similitudes con las celebraciones por el fin del año gregoriano en Francia, puesto que son ocasiones para reunir a todos los integrantes de cada familia.
Al expresar su esperanza de que la pandemia de COVID-19 se controle en 2021, Warnery deseó que Vietnam y Francia trabajen juntos para fomentar relaciones binacionales en todos los sectores, como la economía, cultura y salud.
En especial, aspiró que ambas partes robustezcan los nexos de asociación estratégica, especialmente en asuntos políticos; además de promover los proyectos en los reglones de la economía, cultura, educación superior y protección del medio ambiente; y contribuir a las relaciones multilaterales.
Por otra parte, Robin Bednall, primer secretario a cargo de la cooperación económica y desarrollo de la Embajada de Australia en Vietnam, resaltó que el Tet constituye una experiencia única para los extranjeros, no solo porque pueden disfrutar de las actividades como elegir las ramas de melocotón y las plantas de kumquat, recibir dinero de suerte y comer Banh Chung, sino también porque es una gran oportunidad para la reunión familiar./.
Al comentar sobre el Tet, el embajador estadounidense acreditado en Hanoi, Daniel J. Kritenbrink, afirmó que se trata de un momento especial, cuando todos se encuentran felices.
Todas las personas aflojan el ritmo de las actividades cotidianas, repasan sobre los resultados del año pasado, y dedican tiempo con la familia y los amigos durante el Año Nuevo Lunar, dijo.
El diplomático reveló que 2021 constituye el cuarto año que él y su familia celebran el Tet en Vietnam y agregó que todos los años participan en actividades preparativos para la fiesta.
En el primer año aprendió a envolver el Banh Chung (pastel cuadrado de arroz glutinoso), mientras que en el segundo visitó un huerto de melocotones y practicó el injerto de esa planta, y en 2020, participó en la ceremonia de liberación de carpas en la pagoda Kim Lien, en Hanoi, continuó.
Al referirse a las relaciones bilaterales, Kritenbrink expresó su optimismo sobre el futuro común de los dos países y subrayó que Vietnam y Estados Unidos superaron juntos la trágica historia y se han convertido en buenos amigos y socios.
En ese sentido, manifestó la esperanza que ambas partes sigan fortaleciendo la confianza y el respeto mutuos, a la par de continuar promoviendo el comercio, intercambio pueblo a pueblo y manejo de las consecuencias de la guerra.
Por su parte, el embajador francés en Vietnam, Nicolas Warnery, valoró de impresionante el Tet en el país indochino.
Al ser asignado anteriormente como cónsul general de París en Ciudad Ho Chi Minh en 2004, el diplomático ha experimentado las celebraciones del Nuevo Año Lunar de Vietnam hace 15 años.
Para él, las costumbres del Tet reflejan los valores culturales típicos del pueblo vietnamita, y también poseen similitudes con las celebraciones por el fin del año gregoriano en Francia, puesto que son ocasiones para reunir a todos los integrantes de cada familia.
Al expresar su esperanza de que la pandemia de COVID-19 se controle en 2021, Warnery deseó que Vietnam y Francia trabajen juntos para fomentar relaciones binacionales en todos los sectores, como la economía, cultura y salud.
En especial, aspiró que ambas partes robustezcan los nexos de asociación estratégica, especialmente en asuntos políticos; además de promover los proyectos en los reglones de la economía, cultura, educación superior y protección del medio ambiente; y contribuir a las relaciones multilaterales.
Por otra parte, Robin Bednall, primer secretario a cargo de la cooperación económica y desarrollo de la Embajada de Australia en Vietnam, resaltó que el Tet constituye una experiencia única para los extranjeros, no solo porque pueden disfrutar de las actividades como elegir las ramas de melocotón y las plantas de kumquat, recibir dinero de suerte y comer Banh Chung, sino también porque es una gran oportunidad para la reunión familiar./.
VNA
