Hanoi (VNA) La Navidad, que conmemora el nacimiento de Jesucristo, se ha consolidado en Vietnam no solo como una fecha sagrada, sino como un fenómeno cultural que estrecha los lazos comunitarios. Esta celebración refleja la convivencia armoniosa entre las tradiciones locales y las prácticas religiosas en todo el país.
Con raíces que se remontan a la llegada de los misioneros occidentales en el siglo XVI, la Navidad ha evolucionado de ser una liturgia estrictamente católica a transformarse en una festividad familiar y social que atrae a personas de todos los credos. Hoy en día, la festividad logra una síntesis única, donde los ritos cristianos se entrelazan de forma natural con la identidad cultural vietnamita.
En las grandes metrópolis como Hanoi, el espíritu navideño se respira en cada avenida. Templos emblemáticos como la Catedral de San José, Ham Long y Cua Bac se engalanan con pesebres, árboles monumentales y juegos de luces que cautivan tanto a residentes como a turistas.
Para la comunidad católica, las misas se viven con profunda solemnidad, entre himnos y plegarias que piden por la paz y el bienestar. Paralelamente, diversas parroquias impulsan iniciativas solidarias para asistir a los más necesitados, reafirmando el valor de la caridad cristiana.
No solo para los religiosos, la Navidad también se ha convertido en un evento cultural que los jóvenes y el público en general acogen como una alegría compartida al final del año, contribuyendo a enriquecer la vida espiritual de la sociedad.
Pham Gia Bao, estudiante de la Universidad Nacional de Economía, comenta: “Aunque no es un día feriado nacional de Vietnam, mis amigos y yo siempre buscamos la oportunidad de visitar la Catedral o pasear por la calle Hang Ma para contagiarnos de la calidez y la alegría de estas fechas”.
Vietnam cuenta actualmente con 27 diócesis católicas y más de siete millones de fieles, es decir, más del 7% de la población. La comunidad católica también incluye más de 7.000 clérigos y unos 30.000 miembros de órdenes religiosas. Su participación ha sido clave tanto en el desarrollo nacional como en el fortalecimiento de la vida religiosa y social del país. Bajo esta premisa, el Estado vietnamita mantiene políticas firmes de respeto a la libertad de culto, fomentando la unidad nacional y destacando la contribución positiva de las religiones en la construcción de la sociedad.
Nguyen Van Thanh, responsable del Comité de Asuntos Étnicos y Religiosos del Frente de la Patria, destaca que la relación entre identidad nacional y fe se gestiona como una prioridad estratégica. El objetivo es garantizar la igualdad, la solidaridad y el respeto mutuo, potenciando los valores culturales compartidos y protegiendo a la comunidad de cualquier intento de instrumentalizar las creencias para generar divisiones, indicó.
Durante estas festividades de 2025, altos representantes del Partido, el Estado y el Frente de la Patria han visitado a clérigos y comunidades católicas en diversas provincias. Estos encuentros han servido para reafirmar el compromiso de unidad entre la religión y la nación, alentando a los creyentes a vivir su fe de manera plena mientras contribuyen al desarrollo sostenible del país.
En definitiva, la Navidad en Vietnam es mucho más que una celebración de alegría compartida; es un testimonio del compromiso del Estado con la vida espiritual de su pueblo. Al fortalecer la identidad nacional y consolidar la cohesión social, esta festividad reafirma el valor de la unidad en un país caracterizado por su riqueza y diversidad multirreligiosa./.
Árbol de Navidad único resalta valores culturales vietnamitas
En los últimos días, miles de residentes y turistas de la provincia de Dong Nai y alrededores han acudido a admirar el singular árbol de Navidad de 35 metros de altura, compuesto por tres mil sombreros cónicos en la iglesia de Ha Phat. La obra impresiona no solo por su tamaño y creatividad, sino también por su contribución a la preservación de los valores culturales tradicionales.