Testamento de Ho Chi Minh: la luz para revolución vietnamita

Antes de su partida, el Presidente Ho Chi Minh legó al pueblo vietnamita un tesoro invaluable, imbuido de los grandes valores de sus pensamientos, personalidad y moral, así como su plena confianza en las generaciones venideras: el histórico Testamento.

Desde los primeros momentos de su larga guerra de resistencia, este pueblo, frente a incontables dificultades y desafíos, alimentó incesantemente la fe y la voluntad inquebrantable de luchar por la victoria final de su justa causa de liberación nacional.
Antes de su partida, el Presidente Ho Chi Minh legó al pueblo vietnamitaun tesoro invaluable, imbuido de los grandes valores de suspensamientos, personalidad y moral, así como su plena confianza en lasgeneraciones venideras: el histórico Testamento.

Desde los primeros momentos de su larga guerra de resistencia, estepueblo, frente a incontables dificultades y desafíos, alimentóincesantemente la fe y la voluntad inquebrantable de luchar por lavictoria final de su justa causa de liberación nacional.

Esa misma confianza constituyó la gran fuerza motriz que condujo a laépica Revolución de Agosto de 1945, la cual reivindicó la independencianacional tras casi un siglo bajo el yugo de dominación del colonialismofrancés.

En medio de los momentos más arduos dela guerra patriótica contra Estados Unidos, el Padre de la Patria sedespidió de nosotros y una semana después de su fallecimiento, elTestamento, pleno de sus sentimientos, consejos, orientaciones ypronósticos sobre la revolución, fue divulgado el 9 de septiembre de1969 ante una gran multitud congregada en la céntrica Plaza de Ba Dinhen Hanoi.

“Aunque la lucha de nuestro pueblocontra la agresión estadounidense por la salvación nacional debaafrontar más dificultades, estamos decididos a obtener la victoriafinal,” así ratificó su convicción en el inicio de su tesoro legado alPartido Comunista, a todas las fuerzas y a todo el pueblo.

“A pesar de las dificultades y contrariedades que sobrevengan,nuestro pueblo está seguro de que obtendrá la victoria final. Losimperialistas de Estados Unidos ciertamente tendrán que retirarse.Nuestra Patria ciertamente será reunificada. Nuestros compatriotas en elSur y en el Norte ciertamente se reunirán bajo el mismo techo”, reiterósin duda alguna.

Y, por lo tanto, “Nosotros, quesomos una nación pequeña, habremos obtenido el honor de haberderrotado, mediante una lucha heroica, a dos grandes imperialismos – elfrancés y el yanqui – y de haber hecho un digno aporte al movimiento deliberación nacional en el mundo.”

Esa férreaconvicción es el sostén espiritual y el factor clave para consolidar laconfianza unánime del Partido, de todas las fuerzas y de todo el puebloen la victoria sobre los invasores estadounidenses.

Nuestros hermanos en el Sur y en el Norte ahora estamos unidos bajo elmismo techo, justamente como lo afirma el Testamento del héroenacional.

Tan pronto como llegue el triunfolargamente esperado, la primera tarea que el pueblo debió cumplir fuecicatrizar las severas heridas de guerra. Calificándolo de gran tareasumamente compleja y difícil, Ho Chi Minh exigió al Partido Comunista“llevar a cabo planes disponibles, claros y escrupulosos para evitar lapasividad, insuficiencias y errores.”.

“Parafinalizar esa gran labor, la tarea apremiante es la consolidación defilas, de manera que cada cuadro demuestre absoluta dedicación alcumplimento de las tareas encomendadas por el Partido y al interéspúblico,” remarcó.

El prócer de laindependencia, quien siempre confió en su pueblo, señaló que “la tareadedicada a la gente debe estar en primera fila” y, asimismo, pidió alPartido y el Estado atender a todos los estratos en la sociedad.

Por otro lado, siempre puso acento en el principio “Unidad, unidad,gran unidad/ Éxito, éxito, gran éxito” que dedujo de sus estudios sobrela historia de defensa nacional del pueblo y la revolucionaria delPartido.

Sobre esas bases prácticas, asegurónuevamente en ese documento histórico, que “la Unidad es una tradiciónextremadamente preciosa de nuestro Partido y de nuestro pueblo.”

La óptica de unidad es la línea roja que atraviesa por entero ellegado, sobre el cual instó: “Todos los camaradas, desde el ComitéCentral hasta las células, deben preservar la unidad monolítica dentrodel Partido, como la niña de sus ojos”.

Elpensamiento de unidad de Ho Chi Minh no sólo se limita al interior delPartido, sino se extiende al movimiento comunista internacional, lo cualse evidencia por su sincera y profunda simpatía, así como suresponsabilidad hacia los Partidos hermanos, considerados como su propiasangre y carne.

En sus últimas palabras, expresósu anhelo supremo, el objetivo de su vida y su causa: “Que nuestroPartido y nuestro pueblo, unidos estrechamente en la lucha, construyanun Vietnam pacífico, unido, independiente, democrático y prospero, y quehagan una valiosa contribución a la Revolución mundial.” – VNA

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