Durante 12 días y noches (del 18 al 30 de diciembre de 1972), las fuerzas aéreas del imperialismo estadounidense lanzaron una operación a gran escala sin precedentes en la Guerra de Indochina, utilizando aviones estratégicos B-52 para bombardear Hanoi, Hai Phong y otras ciudades importantes con la intención de someter al Norte de Vietnam. Ante ese feroz ataque, el ejército y el pueblo del Norte desplegaron su valentía, voluntad inquebrantable, inteligencia, creatividad y estrecha coordinación, logrando derribar 81 aeronaves, de las cuales 34 eran bombarderos B-52. La victoria en los cielos de Hanoi supuso el fracaso de la estrategia de escalada del imperialismo estadounidense, obligando al país norteamericano a firmar los Acuerdos de Paz de París, poner fin a la guerra y restablecer la paz en Vietnam e Indochina.