Ha Giang, Vietnam (VNA)- Una ceremonia de homenaje póstumo y entierro de los restos de cuatro mártires fallecidos en la defensa de la frontera se efectuó hoy en la provincia nortvietnamita de Ha Giang.

Celebran en provincia vietnamita homenaje postumo a martires caidos en defensa de frontera hinh anh 1En el acto (Fuente: VNA)

Asistieron al acto el expresidente del país Truong Tan Sang; el secretario del Comité provincial del Partido Comunista de Vietnam (PCV), Dang Quoc Khanh; dirigentes del Ministerio de Trabajo, Inválidos de Guerra y Asuntos Sociales, y representantes de departamentos, ramas centrales y la Región Militar 2 de las provincias de Ha Giang y Ha Tinh.

El acto muestra el agradecimiento a los soldados que sacrificaron su vida por la causa de la defensa de la frontera norteña del país.

Hasta el momento, el Cementerio de los Mártires Nacionales de Vi Xuyen registra más de mil 800 tumbas de mártires, de ellos, 350 de combatientes aún no se han podido identificados.

El éxito de la lucha por la defensa de la frontera norteña de Vietnam en 1979 fue resultado del arte de la guerra independiente, autodeterminado y acertado del PCV.

A inicios de 1979, en momentos en que el ejército vietnamita ayudaba al pueblo de Camboya a derrotar el régimen genocida de Pol Pot, el gobierno de China y algunos países occidentales se enfrascaron en campañas de propaganda que tergiversaron el carácter de ese apoyo militar a la nación vecina.

Al mismo tiempo, no cesaron de incrementar la presión para difamar a Hanoi en la arena internacional, con la intención de deteriorar la Revolución Vietnamita e imponer los “intereses de las grandes potencias” en la península de Indochina.  

Fracasados todos esos intentos, el 17 de febrero de 1979, líderes chinos enviaron unos 600 mil efectivos, centenares de tanques y vehículos blindados, así como miles de cañones a las fronteras septentrionales de Vietnam, desde la provincia de Lai Chau hasta Quang Ninh, para un ataque contra este país.  

En esos momentos el pueblo de Vietnam se esforzaba por reconstruir el país de las ruinas tras la guerra contra Estados Unidos, mientras acababa de terminar la defensa de la frontera del sudoeste, a la vez que realizaba la misión internacionalista de apoyar al pueblo camboyano en la lucha contra el régimen de Pol Pot.  

Por otro lado, la economía nacional se encontraba en graves dificultades debido el bloqueo norteamericano, mientras que las fuerzas reaccionarias dentro y fuera del país intensificaban sus actividades.  

Cabe notar también que ese enfrentamiento histórico amenazó con afectar a las relaciones entre los pueblos de Vietnam y China, país que ofreció un valioso respaldo político, material y espiritual a la nación indochina en sus luchas contra Francia y Estados Unidos.  

Con sus ventajas en cuanto al número de soldados y de equipamiento, China ocupó algunos sitios importantes como Lao Cai (19 de febrero), Cao Bang (24), Cam Duong (25) y Lang Son (5 de marzo).  

Ante esa situación, las unidades de reserva de Hanoi, apoyadas por las tropas locales, se prepararon para la gran batalla.

Para poner en alto la fuerza integral del todo el país, el 4 de marzo el Comité Central del Partido Comunista dio a conocer un llamamiento en el cual exhortó a todo el pueblo a intensificar la producción para garantizar el respaldo al frente.  

Un día después, el entonces presidente de la nación, Ton Duc Thang, llamó a la participación de los coterráneos en la defensa de la Patria. En respuesta, millones de jóvenes se alistaron voluntariamente en el ejército, mientras las actividades logísticas se aceleraron.

La determinación de Hanoi, especialmente su plan de contraataque, afectó significativamente a la situación del conflicto y los cálculos de los líderes chinos, a la vez que consolidó la confianza del pueblo vietnamita y de amigos de otros países, sobre todo los camboyanos, recién liberados del régimen genocida, quienes se enfrascaron en proteger el nuevo gobierno.

Los países comunistas, así como las fuerzas progresistas, amantes de la paz y la justicia en general, repudiaron la agresión injusta de China y recabaron el apoyo a favor de Vietnam.  

Impactado severamente al no alcanzar sus objetivos, y condenado enérgicamente por la comunidad internacional, el 5 de marzo de 1979 el Gobierno chino declaró su renuncia a continuar la agresión contra el territorio vietnamita.  

En correspondencia con su vocación humanista, a favor de la paz y las relaciones amistosas entre ambos pueblos, el Gobierno vietnamita ordenó a las fuerzas armadas y a pobladores a poner fin a todas las acciones militares en la frontera norte. El 18 de marzo, el último soldado chino se retiró del territorio del país./.

VNA