Naypyidaw (VNA)- El gobierno militar de Myanmar reafirmó su disposición a repatriar a unos mil ciudadanos extranjeros rescatados de los centros de estafa en línea cerca de la frontera tailandesa, al tiempo que intensifica su ofensiva contra las redes criminales transnacionales.
Alrededor de mil 30 ciudadanos extranjeros fueron rescatados de los centros de estafa en línea en las últimas tres semanas, y las autoridades ya enviaron a 61 de ellos a sus países de origen, dijo el Consejo de Administración Estatal gobernante en un comunicado el 17 de febrero. El resto será repatriado después de verificar sus datos personales, agregó la fuente.
Las víctimas de los centros de estafa son en su mayoría de países asiáticos, incluida China e India, mientras que otras vinieron del este de África, según el Ministerio de Información de Myanmar.
La junta lanzó una operación militar para combatir las estafas en línea bajo la presión de sus vecinos Tailandia y China después de que el tráfico de un actor chino de alto perfil pusiera el foco en las actividades delictivas al otro lado de las fronteras tailandesas. El ejército atacó campamentos en el noreste y este del estado de Shan, además de la zona de Shwe Kokko controlada por un grupo armado aliado de la junta llamado Fuerza de Guardia Fronteriza del Estado de Kayin.
El objetivo es deportar en fases a 10 mil ciudadanos extranjeros que trabajan en centros de estafa en áreas controladas por el grupo armado. La repatriación se coordinará con China, Myanmar y Tailandia.
En todo el sudeste asiático, las operaciones de estafa cibernética de miles de millones de dólares se han estado expandiendo, particularmente en Laos, Camboya y Myanmar.
Se estima que unas 220 mil personas fueron engañadas para trabajar en esquemas de inversión romántica, fraude criptográfico, lavado de dinero y juegos de azar ilegales solo en Myanmar y Camboya, según un informe de la Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en 2023. La mayoría de las personas traficadas en las operaciones de estafa en línea son hombres, aunque también hay mujeres y adolescentes entre las víctimas./.