En su declaración ayerante reporteros en la ciudad de Davao, el mandatario informó que ordenó a losnegociadores del panel de paz del gobierno “desmontar las tiendas de campaña yregresar a casa”.
Las conversaciones de pazpermanecerán canceladas hasta que se introduzca una razón convincente quebeneficie al interés de la nación, dijo Duterte.
El 3 de febrero, elpresidente de Filipinas decidió anular el alto del fuego unilateral con el NPAy el ejército filipino también prometió no tener piedad del grupo rebelde.
Con anterioridad, el NPAdeclaró el cese de hostilidades con el gobierno de manera unilateral,supuestamente por el incumplimiento de la parte gubernamental de la amnistía deunos 400 prisioneros políticos.
Al mismo tiempo, acusóque las fuerzas militares del gobierno aprovecharon el alto el fuego para invadirlos territorios bajo su control.
El agosto de 2016, el NPAdeclaró el cese el fuego para reactivar los diálogos de paz con el gobierno,que entró en vigor a finales de ese mes y concluirá el próximo 10 de febrero.
El enfrentamiento entreel ejército filipino y el NPA resultó unos 30 mil muertos desde 1960 y seestima que el NPA cuenta hoy día con alrededor de cuatro mil miembros. – VNA